Los bosques maduros son aquellos que han persistido durante siglos evolucionando de forma natural, constituyendo verdaderos tesoros vivientes. En el proceso de envejecimiento, estos bosques adquieren unas características propias, como la existencia de árboles de tamaños variados y en particular muy grandes y muy viejos, que ofrecen refugio a muchas formas de vida; la presencia de claros en el bosque, que favorecen la regeneración; o la abundancia de madera muerta en pie y en el suelo. Además, los bosques maduros son fuente de diversidad genética, son más resilientes frente al cambio climático y proveen diversos servicios ecosistémicos, constituyendo importantes almacenes de carbono durante siglos. Pero, si estos bosques son perturbados o destruidos, una parte importante de este carbono volverá a la atmósfera. Es muy importante conservar los bosques maduros.
Los bosques representan un tercio de los sumideros terrestres y son capaces de absorber el 24% del CO2 emitido. A pesar de la preocupación social por los temas ambientales, sigue habiendo una alarmante deforestación en nuestro planeta, sobre todo en las regiones tropicales, donde los bosques son extraordinariamente ricos y, a la vez, frágiles.
A escala mundial, las principales causas de la deforestación son la expansión de la agricultura y ganadería industriales, el crecimiento de infraestructuras y el aumento de incendios forestales. Además, otros bosques se degradan por la sobreexplotación de sus recursos y la fragmentación de su área.
¿Qué supone la deforestación?
Eliminar los bosques es la manera más eficaz de destruir un delicado equilibrio que ayuda a mantener la vida en este planeta. Sus consecuencias son desastrosas para todos los seres vivos. La conservación de los bosques necesita grandes áreas bien conectadas para garantizar la protección de la biodiversidad y el funcionamiento de los ecosistemas.
En muchos países la protección ya es eficaz.
En el tuyo ¿cómo es?
Es posible obtener bienes y servicios de los bosques y conservarlos a la vez?
La gestión forestal sostenible busca una producción sostenida garantizando la permanencia del bosque y su capacidad de regeneración, manteniendo el equilibrio ecológico, económico y social. Integrar todos estos aspectos es lo que se denomina multifuncionalidad de los bosques.
• Permite obtener bienes y servicios a la vez que se garantiza el mantenimiento del ecosistema
• Reduce los incendios forestales
• Permite un secuestro sostenido de carbono
• Ayuda a los bosques a adaptarse a las nuevas condiciones ambientales
• Dirige el desarrollo de las plantaciones hacia sus diversos objetivos: recuperar el suelo y la biodiversidad, secuestrar carbono, obtener productos…
La certificación forestal
Significa que la gestión que se lleva a cabo en un terreno forestal es responsable y cumple con criterios de sostenibilidad, entendiendo la sostenibilidad desde sus tres perspectivas: ambiental, económica y social.
Existen varios sistemas de certificación forestal en el mundo, siendo los más extendidos el sistema PEFC y el sistema FSC®.
¡Busca el sello distintivo que identifica los productos certificados, obtenidos de forma responsable de los bosques!